Este es el peculiar secreto del café más caro del mundo

En días lluviosos, una tarde de películas, para relajarte al final del día o para iniciar tu jornada laboral, el café es un gran compañero en la vida diaria de las personas, sin duda una experiencia de sabor muy popular, pero... ¿qué tal si ese delicioso café que bebes todos los días estuviera hecho de algo que no te gusta? Te compartimos cuál es ese inquietante secreto del café más caro del mundo.

Hay más de 100 especies distintas de granos de café y una de esas especies tiene el título del más caro del mundo, se trata del Kopi Luwak, el cual se cosecha en Indonesia.

Solo una taza de este café cuesta entre 80 y 100 dólares, lo que equivale hasta 2 mil pesos, sin embargo, hay amantes del café que viajan hasta Indonesia para deleitarse con este sabor.

El café más caro del mundo tiene ese costo debido a su proceso de producción, ya que está hecho de excremento, ¡sí, ese es el secreto! Esto es porque luego de la cosecha los caficultores almentan a las civetas con los granos, las civetas son mamíferos pequeños parecidos al hurón.

Cuando las civetas hacen digestión, los caficultores recolectan los granos directamente del excremento de estos animales, luego los lavan, pelan, tuestan y muelen. Lo que dicen es que las enzimas digestivas le quitan acidez a los granos y le brindan un sabor más suave. ¿Viajarías a Indonesia para tomar una taza del café más caro del mundo?

De acuerdo con un equipo de investigación compuesto por matemáticos, químicos, científicos y baristas, descubrieron una manera eficaz de preparar una taza de café a través de un modelo matemático y experimental; el estudio se publicó en la revista Matter.

Los investigadores obviaron la variedad, origen y tostado del grano, así como la química del agua; y se centraron exclusivamente en la preparación de la bebida. Fue en este proceso, donde desmintieron la teoría de que los granos más finos hacen la mejor taza de café.

Además se percataron que al prepararlo de esta forma, el sabor de cada taza variaba, pues aunque no pareciera, se extraía con dos procesos diferentes, uno con el sabor que se encontraba en la superficie de los granos y otro que capturaba la intensidad que estaba al interior de los mismos.

Así que de acuerdo a sus investigaciones y preparaciones, la ciencia concluyó que menos granos de café molidos de manera más gruesa eran la clave para una bebida perfecta y consistente en cada taza; a la vez que sugiere una producción más económica.

Esto se debe a que, al moler finamente el grano, las pequeñas partículas obstruyen el espacio por donde debe fluir el agua mientras que al reducir la masa de café, es decir, que sea menos pero más gruesos, el líquido pasa más rápido y de forma eficiente.

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