¡Es tóxico! El peor error que cometen muchos al cocinar huevo
Cocinar huevo parece una tarea simple; sin embargo, un error común puede derivar en una peligrosa enfermedad.
Cocinar un rico huevo puede parecer una tarea simple y rutinaria, sin embargo, ¿sabías que un error aparentemente insignificante puede convertirlo en un riesgo para la salud? A menudo, nos aferramos a prácticas arraigadas por generaciones sin considerar sus consecuencias, y en el caso de este alimento, esta mínima práctica puede resultar especialmente peligrosa.
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¿Cuál es el error que comete mucha gente al momento de cocinar un huevo?
En su cuenta de Instagram, la influencer @dulcementenadia reveló el paso que debemos evitar a toda costa: dejar los huevos en agua caliente para lavarlos. Aunque este hábito se practica comúnmente con la intención de eliminar bacterias y suciedad, puede tener consecuencias graves.
A través de un breve video, la especialista alertó sobre esta común equivocación, la cual puede desencadenar la propagación de salmonela.
¿Qué es la salmonela?
La salmonela es una bacteria que puede encontrarse en la cáscara del huevo. Tiene la capacidad de penetrar en su interior cuando se sumerge en agua caliente, lo que aumenta el riesgo de contraer afecciones graves si el huevo se consume crudo o insuficientemente cocido, de acuerdo a información de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Los síntomas de la intoxicación incluyen fiebre, diarrea, náuseas, dolor abdominal y vómitos, y en casos extremos, puede llevar a complicaciones serias que requieren atención médica urgente .
Esta es la leche que sí cumple y con más proteína, según la Profeco
Luego de evaluar diferentes marcas, la Profeco explicó cuál es la mejor leche. Una destacó además por su alto contenido en proteína.
¿Cómo es mejor cocinar el huevo?
Estos son los pasos a seguir para quedarte tranquilo a la hora de cocinar un
huevo
:
- Lavado de manos: Antes de manipular los huevos, asegúrate de lavarte las manos correctamente para evitar la transferencia de gérmenes.
- Inspección visual: Examínalos para detectar grietas o daños en la cáscara. Si encuentras alguna grieta, deséchalos para evitar la contaminación.
- Limpieza suave: Utiliza agua tibia en lugar de agua caliente para lavar los huevos. Evita el uso de cepillos abrasivos que puedan dañar la cáscara y aumentar el riesgo de contaminación.
- Secado adecuado: Después de lavar los huevos, sécalos cuidadosamente con un trapo limpio para eliminar cualquier humedad residual, lo que podría promover el crecimiento bacteriano.
- Almacenamiento adecuado: Si no planeas cocinar los huevos inmediatamente después de lavarlos, guárdalos en el refrigerador para mantener su frescura y prevenir la proliferación de bacterias.
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