“El puente es cerrado” era la respuesta que los agentes de la patrulla fronteriza le daban a los migrantes en su mayoría hondureños para que no siguieran avanzando.
Los hechos ocurrieron la madrugada del jueves en el puente que se ubica entre Matamoros y Brownsville, donde los migrantes han esperado por meses para tener una cita y pedir asilo.
“Traemos a nuestros hijos, no somos delincuentes y no podemos regresar a nuestro país”, era la súplica de los migrantes.
Los migrantes amagaron con mantener bloqueado el puente hasta que se les resuelva su ingreso legal a los Estados Unidos.
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lmo