Las Cataratas del Iguazú, en Argentina, llevan más de cinco meses con poco flujo de agua a comparación de años pasados debido a la falta de lluvia en la provincia de Misiones.
Debido a esto se ha registrado una de las peores sequías en las cascadas en los últimos 14 años, según Sergio Acosta, titular del Parque Nacional del Iguazú.
La sequía, sumada a la falta de turismo por el brote de COVID-19, ha puesto en peligro a las especies que ahora sufren la falta de agua y de alimento, la cual empeora debido a que no hay turistas que puedan alimentar a los coatíes y monos caí, que se acercaban a los turistas a la espera de alimentos.
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erv