Donald Trump ofreció el tercer discurso del Estado de la Unión desde la Casa Blanca, el cual estuvo lleno de enfrentamiento contra Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes, a quien le negó estrecharle la mano.
Cuando terminó su discurso, Pelosi se puso de pie y rompió la copia del discurso que Trump le había dado, diciendo más tarde que era “lo más cortés, considerando la alternativa”.
Después del evento, Pelosi tuiteó una foto de ella con su mano extendiéndola hacia Trump y dijo: “Los demócratas nunca dejarán de extender la mano de la amistad para hacer el trabajo #ParaElPueblo. Trabajaremos para encontrar un terreno común donde podamos, pero nos mantendremos firmes donde no podamos”.
Trump presentó su mandato como una gran mejora respecto al demócrata Barack Obama, diciendo que había impulsado el crecimiento económico del país y aumentado el empleo.
Muchas mujeres demócratas de la Cámara de Representantes se vistieron de blanco por segundo año consecutivo, una señal del derecho ganado hace 100 años.
Trump dijo que los planes demócratas para ampliar la cobertura sanitaria financiada por el Estado equivalían a una “toma de posesión socialista” que llevaría al país a la bancarrota, recortaría las prestaciones para aquellos que las tienen ahora y proporcionaría atención a inmigrantes ilegales.
"¡Nunca dejaremos que el socialismo destruya el sistema de salud!”, dijo Trump, quien ofreció un retrato optimista de su presidencia con la esperanza de persuadir a los estadounidenses para que lo reelijan el 3 de noviembre.
En su discurso, el republicano evitó el tema del juicio político.
Con información de Reuters
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