Jacob llegó a este mundo ocho semanas antes de lo previsto y cuando sus papás lo recibieron se percataron de que el pequeño había nacido sin la mayor parte de su brazo izquierdo.
Durante cinco años, Jacob tuvo problemas para realizar actividades cotidianas como jugar, abrocharse las agujetas o darle un abrazo a su hermano.
Gemma Turner y Chris Scrimshaw, padres del menor realizaron una campaña para conseguir 21 mil dólares y mandarle a hacer una prótesis personalizada a su medida.
Varias personas se sumaron a la causa, como un donante anónimo que otorgó 8 mil dólares argumentando que tenía una enfermedad terminal y que pronto moriría.
El resultado fue un “brazo de superhéroe” verde con una mano grande tal como la que quería, el cual le permitió jugar y abrazar por primera vez a su hermano menor.
Con información de BBD Mundo.
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erv