Vigas de madera y paredes llenas de hollín fue lo que quedó de la iglesia de Santiago Apóstol ubicado en Michoacán después del incendio ocurrido el pasado domingo.
Vecinos de la zona salieron con mangueras y cubetas para tratar de detener las llamas sin tener éxito, pues del sitio que representa un patrimonio cultural para la región, solo quedó la estructura de roca.
El templo de Santiago Apóstol se encuentra en la comunidad de Nurio, en el municipio de Paracho, Michoacán y sus cielos fueron pintados por manos purépechas, lo que lo convertía en un sitio que contaba el encuentro de dos mundos.
Iglesia que unía a los pueblos en Michoacán
Para los pueblos aledaños de Ahuiran, Urupicho y Pomocuará, también era un centro católico en el que se conmemoraba a varios santos, pero ninguno tan importante como la festividad de Santiago Apóstol el 25 de julio.
Tras el accidente, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se comprometieron a apoyar a los gobiernos locales para apoyar en la reconstrucción del recinto.
INAH trabaja en reparar los daños del incendio
Especialistas arquitectos y restauradores adscritos al Centro INAH Michoacán iniciaron las visitas al inmueble para realizar la evaluación de los daños.
También acudieron las direcciones generales de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural; Vinculación Cultural; y Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, pues para la comunidad de unos 5 mil habitantes la iglesia representa la figura más emblemática cultural y turística.
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sga