Día de Muertos: Esta es la leyenda de la creación del cempasúchil

La flor de cempasúchil es parte del Día de Muertos, pero además de sus creencias guarda una leyenda que explica su origen.

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Pixabay
La leyenda del cempasúchil

La flor de cempasúchil es esencial y protagonista del Día de Muertos, pues con esta se adornan las ofrendas para los difuntos. Pero, más allá de su tradición, tiene una leyenda que surgió a través de la mitología azteca.

Desde la época prehispánica, la flor de cempasúchil se utilizaba en las ofrendas de Día de Muertos porque se cree que guía a los difuntos para regresar al plano terrenal y convivir con su familia desde el 31 de octubre al 2 de noviembre.

Pero, además de esta creencia, los aztecas crearon una leyenda sobre el origen de la flor de cempasúchil que ha cautivado a lo largo de los años.

¿Cuál es la leyenda de la flor de cempasúchil?

Tal y como se mencionó anteriormente, la leyenda del origen del cempasúchil surgió por la mitología azteca y se considera como una de las más románticas pero trágicas que hay en la cultura de México.

Según cuenta la leyenda, en el período prehispánico existieron dos niños, Xóchitl y Huitzilin, quienes desde pequeños convivieron. Se les vio crecer juntos, sus momentos libres los pasaban jugando entre ellos y así fortalecieron su amistad hasta que llegaron a su adolescencia.

De la amistad, Xóchitl y Huitzilin comenzaron a sentir algo más fuerte y todos los días se dedicaban a subir la colina para llevar flores al dios del Sol, Tonatiuh, y pedirle bendiciones para su amor.

Sin embargo, llegó el día en el que tuvieron que separarse, pues Huitzilin fue llamado para acudir a la guerra. Fueron días en los que Xóchitl desconocía el paradero de su amado hasta que le informaron que había fallecido en el campo de batalla.

Xóchitl cayó en una profunda tristeza a consecuencia de la pérdida de su amado, así que le imploró al dios Tonatiuh que le permitiera estar con Huitzilin.

El dios del Sol se compadeció de ella y, un día, con ayuda de un rayo dorado la convirtió en una flor que todavía mantenía su botón. Tiempo después llegó un colibrí y los pétalos de la flor se abrieron en todo su esplendor formando así la flor de cempasúchil.

El colibrí era Huitzilin, quien se guió por el olor de Xóchitl convertida en flor, y así poder mantenerse juntos hasta la eternidad.

Con la leyenda se cree que mientras haya colibríes en los campos de cempasúchil, Huitzilin y Xóchitl permanecerán juntos como querían disfrutando de su amor.

El olor de cempasúchil y su creencia sobre la llegada de los difuntos

Alrededor de la flor de cempasúchil existen diferentes creencias, una es su leyenda en el que el olor también es protagonista.

Pero esta misma característica sigue formando parte de creencias que todavía están vigentes en Día de Muertos, por ejemplo, la flor de cempasúchil se coloca en las ofrendas porque se considera que su olor es la guía para que las personas fallecidas lleguen a su casa y visiten a sus familiares.

De no colocar las flores de cempasúchil en la ofrenda de Día de Muertos, los difuntos pueden perderse en el camino. Es por esta razón que se forman caminos con los pétalos de dicha flor.

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MVA