El director de orquesta húngaro Iván Fischer presentó una mascarilla contra el COVID-19 con dos manos de plástico que se colocan detrás de las orejas y que mejoran la experiencia musical en un concierto.
El cubrebocas tiene dos manos de tamaño real hechas de plástico transparentes que se colocan alrededor de las orejas y que sirven para mejorar la percepción del sonido, según explica el director de la Budapest Festival Orchestra (BFZ).
“La mascarilla he generado interés internacional desde Japón y China hasta países europeos y americanos como EUA y México”, explicó este miércoles la jefa de prensa de la BFZ, Adél Tossenberger.
El director de orquesta afirmó que al poner las manos ahuecadas detrás de los oídos la música suena “más cálida y fuerte” y que por eso ha inventado “la mascarilla para mejorar la acústica”.
Con información de EFE
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