El Lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia, se secó debido al cambio climático y ahora luce como un desierto, y especialistas advierten que no volverá a tener agua.
El Poopó, ubicado en el departamento occidental de Oruro, fue fuente de vida para los habitantes locales, que pescaban en sus abundantes aguas saladas y cultivaban a lo largo de sus orillas.
Ya no es un lago funcional. Un lago que se seca con demasiada frecuencia ya no es funcional para la fauna, la flora y la biodiversidad
Los científicos dicen que el Lago Poopó, que se extiende a lo largo del altiplano en Bolivia, ha sido víctima de décadas de desviación de agua para las necesidades regionales de riego, así como por el
cambio climático
, lo que ha provocado que su recuperación sea cada vez más improbable.
La sequía del Lago Poopó obliga a pobladores a abandonar el lugar
La sequía del Lago Poopó obligó a las comunidades que alguna vez se asentaron en sus orillas a abandonar el lugar.
Las familias decidimos salir de la isla, porque no podemos sobrevivir sin agua, ya no hay vida
Valerio Rojas, quien una vez se ganó la vida pescando en el Lago Poopó, dijo a una agencia internacional que los ancianos del pueblo en Bolivia cuentan que el lago se recarga cada 50 años, pero al mirar a través del desierto de sal reseco y bordeado de blanco que queda, tienen sus dudas.
La sequía por el cambio climático también está alejando a las comunidades que alguna vez vivieron a lo largo del Lago Poopó debido a que no hay agua “y no hay más vida”, contó Benedicta Uguera, una mujer indígena que una vez crió ganado en una isla en el lago.
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