Es verdad que los girasoles siempre miran al Sol

Un nuevo estudio ha revelado que los girasoles no siempre miran al sol, aunque suene sorprendente

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Escrito por: Jesús Álvarez
¿Los girasoles miran siempre al Sol? Estas son algunas curiosidades de la planta
X/@mexdesconocido

El girasol (Helianthus annuus) es una de las plantas más fáciles de reconocer, y que más curiosidad dan a las personas, esto debido a que existe el rumor de que la flor sigue constantemente al sol, viniendo de ahí su nombre, pero está creencia popular puede ser errónea, un nuevo estudio científico señala que los girasoles no siempre miran al sol.

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El movimiento es conocido como heliotropismo, ese movimiento atribuido al girasol y del que se dice que la planta siempre mira hacia el sol. Pero, esto es un error muy común y basta con poder visitar campos de girasoles para comprobar que, aunque todas miran hacia la misma dirección, solo se encuentran mirando hacia el sol durante el amanecer.

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¿Qué provoca el movimiento del sol?

El girasol recibe su nombre por su movimiento siguiendo al sol, a pesar de que es algo que sí realizan, está acción no es algo que hagan durante todo el ciclo de su vida. Estás plantas son conocidas como flores anuales, su vida se completa en solo un año; desde que es sembrada hasta que los frutos maduran transcurre menos de cinco meses, después, la planta muere y al año siguiente hay que volver a sembrar.

Una vez que la planta se siembra emerge la plántula. Le sigue un momento de crecimiento vegetativo, durante el cual se desarrollan el tallo y las hojas, una vez que adquiere una altura se forma el botón floral, que se abrirá en pocos días y expondrá las flores en todo su esplendor; el heliotropismo llega cuando el girasol llega a su punto más fuerte de crecimiento vegetativo, es entonces que el tallo y la hoja miran al sol.

Este movimiento se ralentiza cuando surge el botón floral; en este punto, la mirada al este se mantiene, pero a medida que el día avanza, se reduce su capacidad de movimiento, el girasol trata de seguir al sol, pero lo hace más despacio, aunque no logra terminar el ciclo. A medida que las flores se empiezan abrir, el movimiento se hace cada vez más y más lento, hasta que se queda para siempre en la misma posición.

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