Recuerdos olvidados podrían permanecer en el cerebro, señala estudio

Un grupo de neurocientíficos identificó que algunas células específicas en nuestro cerebro pueden retener y almacenar la información que comúnmente olvidamos.

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Escrito por: César Heredia
La información olvidada permanece intacta en el cerebro
Getty Images

El lugar donde dejaste las llaves que perdiste, el número de teléfono de tu vecino, todo lo que estudiaste una noche anterior al examen, esos recuerdos de tu juventud, toda esta información que olvidaste y mucho más, es posible que aún se encuentre almacenada en tu cerebro, según un nuevo estudio. Los resultados de la investigación revelaron que muchos de los detalles que creemos perdidos en el olvido y la memoria, podrían estar ocultos en alguna parte de nuestra mente.

De acuerdo con el neurocientífico Tomas Ryan del Trinity College de Dublín, y sus colegas que han examinado la biología fundamental que subyace del ‘olvido cotidiano', recordar información arbitraria o no tan arbitraria podría ser más una característica del cerebro que un error, por lo que el olvido es más ‘adaptativo’ y no ‘limitante’.

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Existen muchos tipos de ‘olvido', algunos comúnmente enunciados como ‘amnesia', aunque no sea la forma correcta.

El olvido cotidiano es diferente. Si olvidas dónde has aparcado el coche, nadie lo llama amnesia. O si no te va muy bien en los exámenes finales, no puedes decirle a tu profesor: ‘Oh, lo siento, ese día tuve amnesia’. Estos casos representan una forma de olvido en la que no tienes a mano los recuerdos deseados para ese contexto”, dijo Ryan para Scientific American.

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Para el estudio, los expertos utilizaron un grupo de roedores al que se les enseñó a asociar un objeto con una habitación o entorno. Una semana después de la presentación de estos objetos, a los que nunca antes habían sido expuestos en un contexto determinado, incentivaron a que los ratones inspeccionaran cada artículo: uno de ellos asociado al contexto y otro no.

Normalmente, los animales inspeccionaron los objetos nuevos para un contexto determinado. Pero si habían olvidado la asociación, ambos objetos parecían nuevos y los ratones los exploraban por igual.

También se estudió el condicionamiento al miedo, en el que los animales recibían una descarga eléctrica muy leve (no dañina) durante unos segundos en un contexto determinado. Más tarde mostraban un comportamiento de ‘congelación’ en ese mismo entorno y cada que lo recordaban. Si los ratones se congelaban menos en ese contexto, es que habían olvidado la asociación.

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Según Ryan, el olvido natural puede producirse por varias razones, entre ellas la ‘interferencia retroactiva’, cuando se producen dos acontecimientos muy similares en un lapso de tiempo, y un recuerdo interfiere con el otro.

Por otro lado, el aprendizaje y la retención de información genera un cambio físico y químico en el cerebro, conocido como ‘engrama', necesario para la memoria. Identificar donde ocurre un ‘engrama’ es como “buscar una aguja en un pajar muy, muy grande”, dijo el neurocientífico. Sin embargo, es posible identificarlos a través de los ‘genes tempranos inmediatos', que se manifiestan cuando una neurona está activa. De esta manera los expertos pueden etiquetar a esas células que están activas cuando se está formando una memoria.

Fue así como identificaron que, en los casos de los ratones con interferencia retroactiva, los recuerdos que sobrevivían a este tipo de olvido podían manifestarse otra vez. Los recuerdos no tenían ‘nada de malo’, aunque los ratones no pudieran recordarlos, pero estaban en los ‘engramas’, y eran completamente sanos y funcionales.

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A través de un método de canales de activación en las células marcadas, los científicos descubrieron que podían activar y desactivar los engramas y provocar que los ratones recordaran todo lo olvidado con esta estimulación. A su vez, encontraron que al bloquear las células engramas al mismo tiempo que se les brindaba alguna información, no la olvidaban. En otras palabras, se necesita actividad en las células engramas para que se produzca el olvido.

“El olvido puede deberse a la competencia entre diferentes recuerdos. Por lo tanto, se podría decir que el olvido es una forma de aprendizaje y de toma de decisiones. El cerebro del animal crea un engrama que compite entre sí y luego debe decidir qué engrama expresar en un entorno y momento determinados”, explicó Ryan.

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