Un equipo internacional de científicos descubrió que los nidos de distintas especies de avispas del género Polistes, mejor conocidas como avispas de papel, presentan un intenso brillo verde fluorescente que puede ser visto por los humanos a varios metros de distancia, esto tras ser iluminados con luz negra ultravioleta.
El descubrimiento ocurrió durante una expedición al norte de Vietnam, pero no intencionalmente. El autor del estudio, Bernd Schöllhorn, profesor de química en la Universidad de París, mencionó que las luces ultravioletas las llevaban por si se encontraban con algún insecto fluorescente.
En su lugar descubrieron asombrosos nidos de avispas, que emitian un brillo de color verde fluorescente cuando se exponían a la luz ultravioleta de entre 360 y 400 nanómetros de longitud de onda.
Nos sorprendió mucho encontrar una biomateria tan fuertemente fluorescente… Hasta donde sabemos, este fenómeno no ha sido observado en el pasado, ni por investigadores científicos ni por fotógrafos.
Nidos de avispas emiten brillo fluorescente
Según detallan los científicos, en su estudio , luego de varias pruebas de microscopía, en nidos de diferentes especies de avispas, como las Polistes brunetus, Polistes lepcha, Polistes japonicus y una especie más no identificada, se percataron de que la fluorescencia se encontraba específicamente en las fibras de seda que protegen a los capullos.
Estos sirven para envolver a las larvas durante su crecimiento dentro del nido, por lo que sugieren que los fluoróforos están presentes en una proteína de la seda producida por las mismas avispas.
¿Por qué brillan los nidos de las avispas?
Otra de las posibilidades apunta a que las proteínas verde fluorescente , protegen a las larvas en desarrollo, pues estas absorben la dañina radiación ultravioleta del sol, impidiendo que entre en el capullo y afecte a los insectos.
Pero, incluso hay quienes sugieren que el brillo verde pudo haber existido desde hace tiempo, pero que nunca se supo de su existencia; y que en realidad se podría tratar de un rasgo que no tiene un propósito exacto y que ha permanecido porque tampoco perjudica a las avispas.
Por el momento, los investigadores planean continuar con sus estudios para identificar y aislar el compuesto proteínico que causa el brillo en la seda de las avispas, con la intención de averiguar si estos ingredientes biofluorescentes podrían tener alguna aplicación para uso humano.
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