Lo que quizás no sabías de Sor Juana Inés de la Cruz

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Actualizado el 30 marzo 2023 11:15hrs 1 minutos de lectura.
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Escrito por: Redacción adn40
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Sor Juana Inés de la Cruz, nacida un 12 de noviembre pero de 1651 en Nepantla, Estado de México, es una de las mujeres más recordadas en la historia del país.

Octavio Paz la describía como una “mujer tan diversa de sí misma”: religiosa, poeta, música, pintora, teóloga andante, metáfora encarnada, concepto viviente e inclusive cocinera.

¿Por qué es un personaje célebre para México? En el siglo XVII a la mujer no se le daba el valor como en nuestros tiempos, en aquella época solo tenían dos opciones: casarse o entregarse a “Dios” en un convento.

Inés de la Cruz eligió la segunda alternativa; entró a los 21 años al convento de Santa Paula de San Jerónimo para convertirse en Sor Juana.

Pasó 25 años encerrada en el ahora recinto, donde resguarda un féretro con los restos encontrados de la famosa poeta, su rosario de madera original y un fragmento que dice: “Triunfante quiero ver al que me mata y mato a quien me quiere ver triunfante”.

Se cuentan varios mitos de la también conocida ‘Décima Musa’, como su odio por la cocina, sin embargo una investigadora ha dicho lo contrario, “entre sus pasiones de Sor Juan estaba la poesía, la música, la escritura y por supuesto, la cocina”, asegura Lourdes Aguilar.

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Aguilar agrega que su ingreso al convento fue gracias al apoyo del jesuita Antonio Núñez de Miranda y su padrino, el gobernador Pedro Velázquez de la Cadena.

A Sor Juana se le permitieron ciertos privilegios como poseer una “celda”, un departamento de dos pisos donde albergaba una biblioteca con cerca de cuatro mil libros, una pajarera, un recibidor para las visitas y un instrumento para observar el cielo.

Inés de la Cruz observaba la vida cotidiana en la cocina con interés científico; “la sagacidad de su intelecto es tal que va más allá de la ejecución de la recetas y goza al presenciar la alquimia culinaria”, agregó la investigadora.

Otras de las pasiones de la poeta, era el chocolate y el convento de San Jerónimo era uno de los que tenía una producción más constante y regulada en esos tiempos

Literatos describen a Sor Juana como “una rebelde”, se dice que en los últimos años de su vida fueron muy accidentados, se enfrentó con el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, quien la acusaba de soberbia y vanidad al criticar el sermón. Así mismo era criticada por dedicarle más tiempo a la escritura que a la vida del convento.

fcj

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