Alfred Nobel: del “mercader de la muerte” al impulsor de la paz

Alfred Nobel, brillante químico e inventor sueco, revolucionó la industria con la dinamita, pero su invención también fue usada para la guerra, ganándole el apodo de “mercader de la muerte”.

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Publicado por: Redacción adn40

Alfred Nobel (1833-1896) fue un químico, ingeniero e inventor sueco que dominaba varios idiomas y registró más de 350 patentes. Desde joven mostró un gran interés por la ciencia, lo que lo llevó a crear la dinamita en 1867, un invento que revolucionó la minería y la construcción al hacerlas más seguras y rápidas. Sin embargo, también fue criticado porque su creación se usó en la guerra, lo que le ganó fama de “mercader de la muerte”.

El momento que cambió su vida ocurrió en 1888, cuando un periódico publicó por error su obituario con ese apodo. Impactado al descubrir cómo lo recordaría la historia, Nobel decidió dedicar su fortuna a premiar a quienes trabajaran por el bienestar de la humanidad. Así, en su testamento creó los Premios Nobel, destinados a reconocer logros en la física, química, medicina, literatura y la paz; años después se sumaría el de economía.

En vida, Nobel fue una figura polémica: respetado por su inteligencia, pero cuestionado por el uso bélico de sus inventos. Era un hombre reservado, apasionado por la literatura y la filosofía, y nunca se casó. A pesar de las críticas, su última voluntad lo convirtió en símbolo de reconocimiento y esperanza para el mundo.

Hoy, los Premios Nobel son el mayor honor al que puede aspirar un científico, escritor o defensor de la paz. Gracias a su visión, Alfred Nobel pasó de ser recordado como inventor de destrucción a un hombre cuyo legado inspira a generaciones a buscar el progreso y la paz universal.