San Juan Bautista de La Salle: el santo que transformó la educación para todos
Nacido en una familia noble, San Juan Bautista de La Salle dejó atrás sus privilegios para cambiar el rumbo de la enseñanza.
San Juan Bautista de La Salle fue un sacerdote, pedagogo y santo francés nacido en 1651 en Reims, Francia. Es reconocido como el patrono universal de los educadores y el fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, una congregación dedicada a la enseñanza de niños y jóvenes, especialmente de los más pobres.
De familia noble, renunció a su riqueza y posición social para dedicarse por completo a la formación de maestros y a la educación gratuita y accesible. Su obra fue revolucionaria en su tiempo: impulsó escuelas con métodos modernos, enseñó en lengua vernácula (no en latín), promovió la educación en grupo, la disciplina con respeto y la formación espiritual y humana de los alumnos.
Uno de sus grandes aportes fue la creación del “normal school”, es decir, una escuela para formar maestros con vocación y método. Además, estableció reglas claras para la enseñanza, organizó horarios, currículos y propuso que los maestros vivieran en comunidad para reforzar su misión.
Murió en 1719 y fue canonizado en 1900. En 1950, el Papa Pío XII lo proclamó Patrono de todos los educadores cristianos por su visión pedagógica y su compromiso con la justicia educativa. Su legado sigue vivo en cientos de escuelas lasallistas alrededor del mundo.
San Juan Bautista de La Salle cambió para siempre la manera de enseñar. Su compromiso con la educación como derecho y como camino para transformar vidas lo convierte en un ejemplo de entrega, innovación y fe. Su obra no solo dejó huella en la pedagogía, sino en la dignidad humana de generaciones enteras.