Un nuevo estudio sugiere que detrás de la COVID-19 persistente está un sistema inmune poco activo, contario a lo que se decía que era a un sistema inmune activo.
La investigación, dirigida por la Universidad de California (UCLA) y publicada en Clinical Infectious Diseases , es un pequeño estudio piloto en el que se analiza el efecto de un tipo de anticuerpo monoclonal.
El estudio sugiere que algunas personas con COVID-19 persistente pueden tener realmente sistemas inmunitarios poco activos después de recuperarse de COVID-19 persistente, lo que significa que reforzar la inmunidad en esos individuos podría ser un tratamiento, dijo el autor principal, Otto Yang, de la UCLA.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Los autores de la investigación realizaron, con 55 personas afectadas de COVID-19 persistente, un ensayo exploratorio de un anticuerpo que se une a un receptor inmunitario llamado CCR5 y que está implicado en la inflamación.
Los participantes recibieron aleatoriamente inyecciones semanales del anticuerpo o un placebo durante ocho semanas, tiempo en el que se efectuó un seguimiento de cualquier cambio en 24 síntomas asociados al COVID-19 persistente.
Los niveles de CCR5 aumentaron en las personas que mejoraron, lo que conduce a la hipótesis de que el COVID-19 persistente, en algunas personas, está relacionada con la supresión del sistema inmunitario y no con su hiperactividad.
Qué es la COVID-19 persistente
En la primera definición clínica oficial de la enfermedad ‘pos-COVID-19’, también denominada COVID-19 persistente , la OMS indica que se trata de “efectos a largo plazo en el organismo, en el sistema respiratorio, cardiovascular o nervioso así como efectos psicológicos” que presentan aquellos que tuvieron COVID-19.
En el comunicado de la OMS se indica que los síntomas aparecen generalmente tres meses después de la aparición de la COVID-19 con afecciones que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse con diagnósticos alternativos.
Cuáles son los síntomas de la COVID-19 persistente
Los síntomas más comunes de la COVID-19 persistente son:
- Fatiga
- Dificultad para respirar
- Deterioro cognitivo
También se pueden dar otros síntomas que suelen repercutir en el funcionamiento cotidiano del paciente como la hiposmia, disminución de la capacidad para percibir olores, o parosmia, que es una distorsión de los olores; otro ejemplo es la anosmia, que es la ausencia total del sentido del olfato.
Otros síntomas de la COVID-19 persistente que pueden aparecer repentinamente o con el tiempo después de haber contraído COVID-19 son dolores de cabeza frecuentes y de alta intensidad.
Adicionalmente se informó que los síntomas pueden aparecer tras recuperarse de un cuadro agudo de COVID-19 o pueden persistir desde el inicio de la enfermedad.
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