Científicos de la Facultad de Química de la UNAM descubrieron que las hormonas sexuales propician la expansión de los tumores cerebrales más frecuentes y agresivos para el ser humano: los glioblastomas.
El estudio refiere que la progesterona y el estradiol (hormonas femeninas), así como la testosterona (hormona masculina), provocan que las células tumorales proliferen, migren e invadan cada vez más el tejido sano, mientras que la progesterona promueve el desarrollo del cáncer.
“Cuando se diagnostica un glioblastoma, se sabe que el paciente morirá y se dan 15 meses de esperanza de vida”, por lo que continuará su investigación para analizar cómo inhibir la acción de las hormonas sexuales de manera eficaz.
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erv