Si no puedes dejar de fumar por ansiedad, te decimos cómo eliminarla

Dejar de fumar puede ser un paso complicado para las personas porque sufren ansiedad, pero expertos señalan cómo evitarla.

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Expertos señalan cómo dejar de fumar sin sufrir ansiedad

¿Está entre tus metas de este año nuevo dejar de fumar? Sí es así y consideras que es complicado, expertos en medicina y psicología señalan algunos tips sobre cómo evitar la ansiedad y el resto de síntomas cuando se intenta dejar el cigarro.

Fumar es un hábito dañino para la salud de las personas porque afecta severamente los pulmones y todo el sistema respiratorio, pero dejarlo puede ser un paso complicado para las personas, aunque hay testimonios que afortunadamente dejan el cigarro sin complicaciones.

Ante estos síntomas, investigaciones explican cómo evitar la ansiedad que sufren las personas cada vez que intentan dejar de fumar.

Complicaciones al dejar de fumar

De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, los problemas que normalmente se presentan cuando una persona deja de fumar son:

- Ansias de nicotina, sustancia que se encuentra en el tabaco y que provoca la adicción.

- Ira, frustración e irritabilidad.

- Ansiedad.

- Depresión.

- Aumento de peso.

- Mareos.

- Dolor de cabeza constante.

Esta es una etapa complicada para las personas porque el cuerpo está acostumbrado a cierta cantidad de nicotina, así que es normal sentir que el impulso de fumar tabaco va y viene. Sin embargo, se requiere de paciencia y voluntad, además de que no todas los pacientes sufren lo mismo.

¿Cómo evitar la ansiedad por dejar de fumar?

La Unidad de Control e Investigación del Tabaco del NCI compartió métodos sencillos y útiles que funcionan para evitar la ansiedad al momento de dejar de fumar.

- Recordar que cada síntoma es transitorio.

- Inhalar hondo por la nariz y exhalar lentamente por la boca. Repetir varias veces.

- Evitar situaciones y actividades que solía asociar con fumar tabaco.

- Adaptar una rutina de ejercicio y practicar alguna actividad física.

- Realizar meditación u otros métodos de relajación.

- Reducir el consumo de cafeína, refrescos o té.

- Utilizar productos de reemplazo de nicotina u otros medicamentos, pero bajo la supervisión de un médico.

- Asegurarse de que no hay cigarrillos al alcance.

- Planifique una rutina para cada día con el fin de mantener su mente ocupada y desviar la atención de fumar.

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