Un reciente estudio liderado por el profesor Valter Longo de la Escuela Leonard Davis de la Universidad del Sur de California (USC) reveló los beneficios de una dieta que imita el ayuno (FMD, por sus siglas en inglés) en la reducción de diversos marcadores asociados al envejecimiento biológico, incluyendo la resistencia a la insulina, la grasa hepática y la inflamación.
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Esta dieta que imita al ayuno se caracteriza por un consumo controlado de alimentos formulados específicamente, ricos en grasas insaturadas y bajos en proteínas, carbohidratos y calorías durante los primeros cinco días del mes. Después de este período, los individuos retoman su dieta habitual durante los 25 días restantes. A diferencia del ayuno tradicional, esta dieta permite la ingesta de alimentos, aunque en proporciones y composiciones meticulosamente diseñadas para simular los efectos del ayuno.
El estudio, publicado en la revista científica
Nature
, involucró a participantes de entre 18 y 70 años de edad, quienes siguieron la dieta FMD durante tres a cuatro ciclos mensuales. Los resultados fueron prometedores, pues los participantes mostraron una disminución en la resistencia a la insulina, niveles más bajos de ‘HbA1c’, mejoras en la glucosa en ayuno, reducción de grasa abdominal y hepática, y una disminución en los marcadores de inflamación.
Además, la investigación sugiere que seguir la dieta FMD podría reducir en promedio 2.5 años los marcadores asociados al envejecimiento biológico después de solo tres ciclos. Este hallazgo es particularmente relevante con el gran interés que se tiene para prolongar la salud y la longevidad.
Es importante señalar que, aunque los beneficios de la dieta FMD son notables, NO ES ADECUADA PARA TODOS. Las mujeres embarazadas y los adultos mayores , en particular, deberían evitar este tipo de dietas debido a necesidades nutricionales específicas y posibles riesgos asociados.
Este enfoque promete ser una herramienta útil para mejorar la salud metabólica y reducir factores de riesgo asociados con enfermedades crónicas. También abre la puerta a futuras investigaciones sobre la prevención y manejo de condiciones como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y Alzheimer.
A pesar de los potenciales beneficios, es fundamental que las personas interesadas en la dieta FMD consulten con profesionales de la salud antes de iniciar cualquier cambio en su dieta, especialmente aquellos con condiciones específicas o necesidades nutricionales especiales.
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