Violencia vicaria o te quedas conmigo o te arrepentirás. Hannia Novell

Bítacora de Guerra por Hannia Novell. Luis Alfredo y su esposa discutieron, la separación de la pareja era inevitable y él fraguó un plan para vengarse de ella. En su propio hogar, aprovechando la ausencia de su cónyuge, mató a golpes a sus hijos de tres, siete y ocho años. El multihomicidio ocurrió en enero de 2021 en el estado de Hidalgo.

Hay pleitos maritales y procesos de divorcio que van más allá de la custodia y la manutención de los hijos. Cuando llega el momento de la separación definitiva, las agresiones crecen y, una vez más, las mujeres son las principales víctimas.

Aunque también hay casos en los que las madres lastiman a sus hijos para vengarse del exmarido, la violencia vicaria es una de las expresiones más crueles de la violencia de género: una forma de maltrato que se ejerce sobre la mujer mediante el daño a los hijos, quienes son humillados, golpeados y hasta asesinados, con el propósito de herir a su madre.

Es la violencia vicaria que, sólo entre 2012 y 2017, se manifestó en el deceso de casi mil 300 menores de 15 años, asesinados por sus padres, madres y padrastros, de acuerdo con una investigación publicada en por el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), la Plataforma Periodística para las Américas y la Revista digital Emeequis.

El patrón de la violencia machista siempre es el mismo: hombres que buscan el control y se niegan a la separación; mujeres que transitan en solitario el divorcio, porque se atrevieron a romper el rol que la sociedad les ha impuesto; y niños que son separados de su mamá, son cambiados constantemente de escuela y sufren golpes y hasta agresiones sexuales en el nuevo ambiente de cuidado.

Si en el seno familiar se multiplican los reproches contra las mujeres, en los juzgados la violencia continúa. Cantidades miserables de pensión alimenticia, horarios de visita que no son respetados y hasta negligencia en el cuidado de los menores. Las decisiones judiciales sobre la custodia y patria potestad, en general, siguen en torno al deseo y necesidades del macho alfa.

En el 88 por ciento de los casos de violencia vicaria, los agresores amenazan a la mamá con hacerle daño a través de sus hijos; en el 90 por ciento, los cónyuges presentan denuncias falsas contras las mujeres para minar su credibilidad, y en el 80 por ciento los padres incumplen con el acuerdo de pensión alimenticia.

Sin embargo, la violencia vicaria aún parece invisible. Sólo las mujeres de Zacatecas y del Estado de México ya pueden presentar denuncias por violencia vicaria. Urge una legislación federal para terminar con la violencia vicaria por amor a los hijos, no por el odio a los agresores.

Bitácora de Guerra por Hannia Novell.
@HanniaNovell

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