Todos sabemos que fumar es perjudicial para la salud. El humo de tabaco contiene más de 4 mil sustancias químicas y compuestos que causan cáncer. Con anterioridad, se creía que la nicotina era la principal culpable de los problemas que padecen los bebés cuyas madres han fumado durante el embarazo; pero un trabajo publicado en la revista American Journal of Psychology señaló una causa más dañina: los radicales libres.
Estas moléculas se producen a partir del humo del tabaco y tienen un alto poder oxidante. Por lo tanto, esta cualidad produce daños irreparables a las células y tejidos, como ejemplo la fibrosis pulmonar (pulmones rígidos con baja capacidad) o mayor riesgo de infecciones pulmonares en tu bebé.
Fumar durante el embarazo es como si le dieras de comer a tu hijo una papilla de cianuro, plomo y otros materiales tóxicos para la salud. Este cóctel tóxico entra en tu torrente sanguíneo, que es la única fuente de oxígeno y nutrientes de tu bebé. Las consecuencias pueden ser fatales, ya que ni sus pulmones o el cerebro de tu hijo podrían desarrollarse adecuadamente, dando como resultado, en el peor de los casos, su muerte.
kcg