Aproximadamente, las empresas de hoy en día inician sus labores a partir de las 9 de la mañana, aunque algunas requieren empezar sus funciones muchas horas antes que la mencionada, ya que ,de otro modo, no podrían cubrir todas sus actividades. Por ello, es común que sancionen a aquellos trabajadores que no se presenten puntualmente a laborar, ya que tal indisciplina provoca que se pierda el ritmo de trabajo requerido.
Sin embargo, el investigador británico Paul Kelley, perteneciente a la Universidad de Oxford, realizó un estudio en el que demuestra que iniciar a trabajar antes de las 10 a.m. es una “tortura” biológica. Kelley menciona que el cuerpo necesita una cantidad adecuada de luz para funcionar de manera eficiente. Dicha cantidad sólo se presenta a partir de las 10 de la mañana.
Por tal motivo, es común ver que el número de trabajadores exhaustos vaya en aumento, además de que su sistema inmunológico termina por ser cada vez más débil, permitiendo así que el cuerpo sea presa fácil de un mayor número de enfermedades.
dgp