Después de que en el área metropolitana de Monterrey, Nuevo León, se ha registrado la presencia constante de osos negros, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) participó y verificó el manejo de estos ejemplares de para liberarlos en su hábitat natural.
El 25 de mayo, la delegación de la Profepa recibió el reporte de la presencia del ejemplar arriba de un árbol dentro de una escuela primaria en el Municipio de Guadalupe.
“De manera inmediata, se activó el Protocolo de Vida Silvestre para la captura, contención, manejo y liberación del ejemplar de vida silvestre. Se trataba de un oso negro macho juvenil con un peso aproximado de 85 kilos, al que después se trasladó a la Sierra de Picachos en el Municipio de Higueras, donde fue liberado”, señaló la Profepa en un comunicado.
A mediados de mayo, personal de Parques y Vida Silvestre y del Laboratorio de Fauna Silvestre de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la UANL, colocaron una trampa en el interior de un domicilio de la citada colonia en atención, sobre otro oso que merodeaba por la zona.
“Se observó al ejemplar de oso, macho, de 57 kilos, de aproximadamente 2 años de edad, y sin aparentes lesiones o enfermedades, por lo que se procedió a darle el manejo correspondiente a la especie. Posteriormente se liberó en un sitio que conecta directamente con el área silvestre de la Sierra Madre Oriental”, finalizó.
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