Médico colombiano es expulsado por sus vecinos en Cali

Trabajadores médicos en toda América Latina han reportado una creciente hostilidad por el temor a que puedan estar propagando el virus.

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XINHUA/NOTIMEX
200405008. Brasilia, Brasil, 5 Abr 2020 (Notimex-Xhinhua/Lucio Tavora).- Un trabajador médico traslada a un paciente al Hospital Regional de Asa Norte, en Brasilia, Brasil, el 4 de abril de 2020. Los muertos por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19) en Brasil aumentaron a 432, con 73 fallecidos en un día, y los casos de infectados sumaron 10.278, informó el sábado el Ministerio de Salud brasileño. Brasilia, Brasil, 4 de abril de 2020. NOTIMEX/FOTO/XINHUA/LUCIO TAVORA/COR/HTH

Un médico de la ciudad colombiana de Cali fue expulsado de su casa tras solo ocho días de haberse mudado, porque los residentes del edificio le exigieron que se fuera por temor a que los contagiara con COVID-19.

Cristhian Botache, de 22 años, se mudó de la casa de su familia al comienzo del brote de COVID-19 para proteger a sus familiares mayores que corren más riesgo de enfermarse gravemente por la infección.

Sin embargo, sus nuevos vecinos protestaron contra su llegada y exigieron que la propietaria del apartamento lo desalojara.

"(La dueña) me dijo que la gente estaba muy asustada, que ellos habían optado que si yo no me iba del apartamento entonces ellos (los vecinos) se irían y ni siquiera le iban apagar la penalización del contrato de arrendamiento, porque la situación de que yo me hubiese pasado a vivir allí no la había generado ellos”, dijo Botache.

Con otros residentes temerosos de que se pusiera en riesgo sus vidas, la propietaria dijo que tenía que proteger a sus inquilinos y le pidió que se fuera, agregó el médico en una entrevista.

Trabajadores médicos en toda América Latina han reportado una creciente hostilidad por el temor a que puedan estar propagando el virus.

“Después de un rato, ante la frustración de no saber qué hacer, perdí el control, empecé a llorar, no podía hacer más, tenía mis familiares al teléfono pidiéndome que me calmara. Ni siquiera escuche que me estaban diciendo porque ni siquiera podía hablar, porque las palabras me salían entre gritos, sollozos y lágrimas”.

El médico, quien desde entonces se mudó a otro apartamento, dijo que se sentía humillado y no podía creer que le hayan pedido que se fuera.

Con información de Reuters

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