El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, ordenó una cuarentena total en el país desde el miércoles para evitar la propagación del COVID-19 que ha dejado más de 440 infectados y ocho fallecidos en el istmo.
La medida, que es un endurecimiento del toque de queda nocturno vigente desde mediados de la semana pasada, no aplicará para el personal de salud, la fuerza pública y quienes se encargan del suministro de combustible, alimentos y la banca.
Además, se permitirá salir a los residentes por dos horas diarias, aunque con ciertas restricciones.
El martes, Panamá, el país con más contagios en Centroamérica, registró 98 nuevos contagios y dos muertos por el brote.
“Esta va a ser una guerra dura, prolongada y extensa”, dijo Cortizo en un mensaje televisado.
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sga