Un buzo italiano que dirigió la búsqueda de víctimas de un naufragio de migrantes en el Mediterráneo, encontró en las profunidades el cadáver de una mujer abrazando a su bebé.
Se trata de Rodolfo Reiteri de 52 años quien relató a medios internacionales que fue la peor experiencia de su vida profesional, “ver ese pequeño cuerpo tendido en el fondo, al lado de quien probablemente era su madre, fue como recibir un puñetazo en el estómago”.
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erv