Autoridades de Tailandia y del Parque Nacional Khao Yai, en el sur del país, realizan una operación para retirar los cadáveres de seis elefantes salvajes que fallecieron ahí el sábado pasado y evitar un riesgo de contaminación del agua.
Un equipo viajó en una embarcación desde la presa Khun Dan Prakan Chon para llegar hasta el parque, y luego caminar hasta la casacada, considerada la más grande de esa zona. El ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Varawut Silpa-archa, ordenó la construcción de una barricada para evitar que la vida silvestre caiga en la cascada. Además de establecer bancos de alimentos en las áreas alrededor del parque.
El Parque Nacional Khao Yai, fue cerrado el pasado sábado al público hasta nuevo aviso, luego de la muerte de seis elefantes que cayeron a la cascada Haew Narok, una de las más grandes y atractivas del país. Funcionarios del parque explicaron que un grupo de elefantes se ubicaba la mañana del pasado sábado cerca de la cascada, cuando el más pequeño de la manada, de unos tres años, cayó y el resto de paquidermos intentó salvarle sin éxito.
Indicaron que otros dos elefantes, fueron puestos a salvo por integrantes de la unidad de protección del parque y regresaron a su hábitat, además se desplegó una compañía de guardaparques para garantizar su seguridad.
El rotativo apuntó que el funcionario también instó a los oficiales militares a controlar el bienestar de los elefantes y otros animales salvajes. Silpa-archa recordó otro “accidente” en 1992, cuando una manada de ocho elefantes murió en un accidente similar. En Tailandia existen alrededor de siete mil elefantes, la mitad de ellos están en cautiverio. El parque nacional, que está cubierto de hierba y bosque, alberga alrededor de 300 elefantes salvajes, así como osos y gibones, además es considerado como un popular destino turístico.
Con información de Notimex
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