Durante la noche del jueves pasado una enorme tormenta de arena cubrió de manera sorpresiva la ciudad de Phoenix, en Arizona lo que provocó el retraso de los vuelos y problemas en la visibilidad de las carreteras.
La enorme pared de polvo se abrió paso desde las montañas Estrella hasta Queen Creek y así pasó por encima de miles de hogares que ya estaban advertidos por el Servicio Meteorológico de Estados Unidos.
Antes del suceso las autoridades alertaron de posibles tormentas eléctricas y vientos de hasta 96 kilómetros por hora por lo que se pidió a los conductores que abandonaran las carreteras. También tuvo afectaciones en sus horarios el Aeropuerto Internacional de Phoenix.
Tras el paso del fenómeno natural dos casas móviles fueron demolidas en el condado de Pinal debido a las afectaciones que tuvieron.
Estas tormentas son comunes en zonas secas del mundo como Arizona donde muy cerca se encuentra el desierto de Nevada.
sga