Pese a que se lo han dejado claro al salir de la cárcel debido a las golpizas, el destrozo de varios de sus instrumentos, las torturas que ha recibido y el encarcelamiento que ha sufrido, para Wuilly Arteaga, quizás hoy el violinista más famoso en Venezuela, no se lo quitan de la cabeza: “Voy a seguir luchando en la calle, con mi violín”.
Este músico símbolo de la oposición fue detenido y golpeado el 27 de julio y acusado de poseer armas, incitar al desorden y organizarse para delinquir, por lo que fue recluido en el destacamento 433 de la Guardia Nacional, un lugar paradójicamente llamado “El paraíso”.
A sus 23 años Wuilly se muestra comprometido con la lucha por devolver a Venezuela la democracia que, según él, le arrebatado el Chavismo a la nación sudamericana.
El pasado 16 de agosto fue liberado con una advertencia clara: “no salir a la calle con su violín”. Sin embargo no hace caso y esta semana regresó a tocar donde la gente lo pudiera escuchar.
ssb