El pasado 13 de julio, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump llegó a Francia para encontrarse con el presidente del país galo Emmanuel Macron; de acuerdo con las agendas de los mandatarios, la visita del Trump duró alrededor de 36 horas y los temas que se trataron buscaban plantear soluciones a la crisis en Siria, estrategias antiterroristas y gobernabilidad.
Además de compartir puntos de vista y hablar de los temas citados, los mandatarios pretenden mejor su relación diplomática; por una parte Macron busca elevar el papel de Francia en asuntos globales y por otra, Trump busca un aliado diplomático.
Después del encuentro, se realizó una conferencia de prensa conjunta, donde Trump llamó calificó al presidente francés como “súper presidente” y afirmó que, aunque tienen “ocasionales desacuerdos” la amistad entre las naciones no se deteriora, asimismo, celebró el cese al fuego en el sur de Siria que él ayudó a negociar junto con Rusia y Jordania.
Por su parte, el presidente galo, Emmanuel Macron respondió al elogió de Trump diciendo que era “un amigo” y reconoció que tienen diferencias graves ante el Acuerdo de París pero esto no les imposibilita para discutir otros temas de gran importancia para ambos países.
Los mandatarios coincidieron en que a pesar de las indiferencias que han tenido ante el tema del cambio climático, trabajarán en un plan de postguerra para Siria y que buscarán mejorar la seguridad en Medio Oriente.
ulm