Ismael, Geny y Regina, tuvieron que preparar cuatro platillos para los cuatro jueces, siendo; el chef Bruno Oteiza, fue el invitado de lujo, en la cuarta temporada de Masterchef.
En el primer tiempo Ismael fue quien más convenció, mientras que Geny no corrió con suerte, ya que su crocante fue comparado con una botana de cantina. En el caso de Regina su plato convenció, fue equilibrada pero a decir de los jueces faltó sellado.
En el segundo tiempo todos optaron por pescado y camarones.
Geny fue la más desafortunada ya que el juez ni siquiera quiso probarlo, al considerar que todos los ingredientes hacían cortocircuito, por lo que aseguraron que fue un plato muy mal logrado.
En el caso de Ismael, el róbalo fue bien recibido, en el que nuevamente lució sus raíces orientales. Mientras que el plato de Regina, el pescado no estaba bien cocido y a su decir, le faltaba carácter.
En el cuatro tiempo que fue el postre, Geny nuevamente repitió elementos de platillos anteriores, el cual aseguraron que estaba bien, pero no para la final. En el caso de Ismael, aunque fue un plato nuevo y atrevido no fue del todo gustado, ya que es un tipo de postre al que los jueces no están acostumbrados. El plato de Regina que era una tartaleta clásica la cual logró que no fuera empalagosa.
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