¿Cuál es el verdadero significado del árbol de Navidad?
Te contamos cuál es el significado y cómo se origina esta tradición.
Es una costumbre que muchos disfrutamos en familia. Todos armamos el arbolito y decoramos la casa para recibir la Navidad. Y así queda hasta enero, cuando todo “vuelve a la normalidad”.
En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Ellos, para celebrar el solsticio de invierno –que se da en esta época en el Hemisferio Norte-, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.
Alrededor del año 740, San Bonifacio –el evangelizador de Alemania e Inglaterra- derribó ese roble que representaba al Dios Odín y lo reemplazó por un pino, el símbolo del amor eterno de Dios. Este árbol fue adornado con manzanas (que para los cristianos representan las tentaciones) y velas (que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina). Al ser una especie perenne, el pino es el símbolo de la vida eterna. Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad.
En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y, luego de la conquista, llegó a América.
El primer árbol de Navidad, decorado tal como lo conocemos en la actualidad, se vio en Alemania en 1605 y se utilizó para ambientar la festividad en una época de extremo frío. A partir de ese momento, comenzó su difusión: a España llegó en 1870, a Finlandia en 1800, y en el Castillo de Windsor –en Inglaterra- se le vio por primera vez en 1841, de la mano del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina Victoria.
¿Qué significa cada adorno?
Las esferas. Representan los dones que Dios les da a los hombres.
La estrella. Representa la fe que guía nuestra vida.
Cintas y moños. Simbolizan la unión familiar y la presencia de nuestras personas queridas alrededor de todos estos dones.
Las luces. No importa el color o si se prenden y se apagan. Ellas tienen un sentido, y es el de iluminar nuestro camino en la fe.
bap