Un spray de hormona del amor contra la xenofobia
La presión social junto con esta sustancia liberada por nuestro hipotálamo podrían disminuir la exclusión a grupos extraños a nosotros.
Un estudio del Centro Médico de la Universidad de Bonn (Alemania) publicado en la revista PNAS ha sugerido cómo reducir sentimientos xenófobos y fomentar la cooperación entre extraños.
El equipo liderado por René Hurlemann, realizó un experimento en el que ofrecían 50 euros a un grupo de alemanes blancos y les pedían donar una parte de libre elección a un grupo de 50 personas necesitadas de las cuales 25 eran alemanes en situación de pobreza y 25 eran refugiados.
Esta primera fase que sirvió para separar a las personas xenófobas de las altruistas, arrojó que los voluntarios donaron un 20% más a los refugiados con problemas económicos que a los alemanes en las mismas circunstancias.
En la segunda parte del ejercicio, a una fracción de los altruistas y los xenófobos fueron suministrados con oxitocina, hormona relacionada con la fortaleza de los vínculos dentro de un grupo o padres e hijos, mientras que el resto fue tratado con placebos.
Los resultados mostraron que los que eran altruistas y fueron administrados con dicha hormona, doblaban sus donaciones, tanto a los necesitados como a los refugiados. En cambio, la oxitocina no cambiaba nada la actitud en los xenófobos pues apenas donaban dinero para ambos grupos de damnificados.
Sin embargo, cuando las personas rociadas con esta sustancia vieron lo que sus compañeros más generosos donaron, incluido el grupo de actitud negativa a los extranjeros, las donaciones aumentaron 74%.
Con estos resultados los investigadores encontraron que las actividades sociales junto con modelos de actuar positivos, pueden ayudar a reducir los sentimientos racistas, aunado a que la administración de oxitocina no sería necesaria para tratar la xenofobia puesto que es un componente que nuestro cuerpo produce de manera natural.
kcg
