Conoce la historia de este pequeño perro que por ser tan amigable no pudo ser policía
Gavel, un cachorro de pastor alemán, estaba destinado a ser un perro policía pero su personalidad no se lo permitió.
Cuando todavía era un pequeño cachorro, se unió a las fuerzas policiales de Queensland, en Australia, era mayo de 2016 y el cachorro de pocos meses ya aparecía en fotografías oficial de la fuerza policial.
En busca de convertirse en un perro policía pasó su primera noche en la Academia de Servicio Policial de Queensland como parte de su entrenamiento, sin embargo al cachorro no se le veía nada feliz.
Pese a todo, su actitud, encanto y popularidad fueron más fuertes que su vocación policial, en varias fotografías se le ve jugando y recostado en el suelo, muy amistoso con los visitantes.
Su carrera como policía nunca tuvo futuro, sin embargo Gavel, quien ya vivía en la casa del gobernador, iba a ser destinado a otra misión que estuviera más en línea con su personalidad.
Y por fin en febrero de 2017 firmó un‘contrato oficial’ como perro de ceremonias del Estado.
Desde entonces su misión ha sido “saludar a los visitantes y a grupos de turistas de la Casa de Gobierno de Queensland”, un final feliz para este amiguito.
ssb
