Foto: Jan Klingler
El diseñador industrial, Jan Klinger creó lámparas LED con bacterias de colores dentro de ellas.
Con la ayuda del microbiólogo Volkan Özenci, Klingler pudo racionalizar el proceso y crear la colección de iluminación.
El diseñador comenzó recolectando bacterias, levaduras y hongos y los dejó en un disco de resina para que crecieran. Los alimentó y dejó que las bacterias se multiplicaran para que se endureciera el suelo y se pudieran ver los patrones creados por las bacterias.
Cuando estaba listo el patrón que Klinger quería, sellaba los discos para privar el oxígeno y parar su crecimiento. Las placas de resina se conectaban a un disco LED para que la luz brille a través de los cultivos.
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