No cabe duda que gracias al genio de Albert Einstein el mundo cambió, pues sin su famosa Teoría de la Relatividad quizá no hubiéramos conocido inventos como la televisión, las cámaras digitales o el horno de microondas.
Es por ello que lo celebramos con un texto que el escritor uruguayo Eduardo Galeano hizo en su honor.
“Ojo con él”
Un día como hoy, pero de 1955, muere Albert Einstein.
Hasta este día, y durante veintidós años, el FBI, Federal Bureau of Investigations, intervino su teléfono, leyó sus cartas y revisó sus tachos de basura.
Ni la muerte lo salvó. Siguió siendo espiado. Ya no por el FBI, sino por sus colegas, los hombres de ciencia, que cortaron su cerebro en doscientos cuarenta trocitos y los analizaron en busca de la explicación de su genio.
No encontraron nada.
Ya Einstein había advertido:
—_Lo único que yo tengo de anormal es mi curiosidad._
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