Si no fuera trágico nos debería de dar risa. En México, el poder quiere tener solo una cara, igual que las monedas tiene dos el águila y el sol. Ya no hay águila o sol, pero las monedas tienen dos caras y por eso hay volados.
El poder tiene capacidad de imponer, que lo que están haciendo, es la capacidad de repartir contratos, de colocar a los amigos, de hacer un montón de cosas. El poder te da para eso, pero también implica responsabilidades.
El que manda debe asumir responsabilidades y resulta cómico, como le digo, si no fuese trágico, que en el Senado el coordinador de la mayoría dice no, no, yo no necesito fuero, pero lo conservo. Y yo no sabía que el señor Hernández estaba metido en todo eso. ¿Era usted el gobernador de aquella entidad?
Poder es no solamente mandar, es también hacerse responsable de la conducción y de los errores. Pero aquí parece que solo quieren mandar, imponer y cambiar; pero hacerse responsables de los desastres, el lavadero de manos, desde el chino que se les fugó hasta lo que usted puede imaginar, huecos en las aduanas y asuntos que ponen comprometen la calidad del país.
Nadie se hace responsable de nada y todo lo quieren trasladar a la época de Calderón de Peña Nieto; sabrá Dios cuándo.
En fin, el poder es mandar, pero también hacerse responsable.
El poder conlleva una gran responsabilidad; en México solo quieren tener una cara: Leonardo Curzio
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