Históricamente, los gatos han colonizado Australia, el aumento de esta población felina ha puesto en riesgo a gran parte de la flora y fauna endémica del país, pero sacrificar a millones de gatos puede ser una decisión muy cruel.
Se cree que el primer gato llegó a Australia en el siglo XVII, desde entonces su reproducción se ha disparado, tanto que actualmente se estima que la población felina cubre el 99.8% del país.
La flora y fauna de Australia es única, pues las condiciones geográficas permiten que miles de especies endémicas se puedan desarrollar en sus ecosistemas. Sin embargo, además de los incendios forestales y el cambio climático, los gatos son considerados unos de los principales depredadores de aquel país; por esa razón las autoridades de Australia han considerado tomar una medida drástica y polémica.
Desde 2015 el Gobierno australiano arrancó un plan de exterminio a cinco años contra millones de gatos, utilizando cazadores y trampas para gatos vagabundos. Dentro de la campaña también se busca que los dueños de gatos domésticos tomen la decisión de esterilizar a sus mascotas, a fin de que los números desciendan.
En estudios recientes realizados por Wildlife Research , se constató que los gatos son brutales asesinos, pues han sido responsables de la muerte de millones de reptiles donde el 89% de ellos son endémicos; así como de algunos mamíferos pequeños y aves; incluso se demostró que estos animales corren un mayor riesgo de morir a causa de un ataque felino que de otros depredadores.
El hecho de sacrificar gatos ha levantado reacciones en muchas partes del mundo, ya que son considerados animales de compañía. A los dueños de gatos en Australia, se les exhortó a que mantengan vigiladas a sus mascotas, a fin de que puedan permanecer en sus hogares y no cacen en el exterior.
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