El otro lado de la guerra; Hadar Gutman y su lucha por cuidar a sus perritos discapacitados de las explosiones en Israel

Las historias de guerra siempre se cuentan a gran escala. Se miden en los daños y en las muertes y con el tiempo, solo se habla de los ganadores. Nos olvidamos de los “pequeños” detalles, de lo que viven las personas inocentes atrapadas en el conflicto, como esta historia de Hadar Gutman, quien cuidó a sus cinco perros discapacitados durante la guerra de Israel vs Irán.

Mientras sonaban las sirenas antiaéreas, se escuchaban explosiones en el cielo y la tierra incluso se movía por los impactos, Hadar Gutman no se preocupaba por ella, se preocupaba por sus cinco perritos que tenía en su pequeña casa, algunos de ellos con extremidades paralizadas.

El presidente Donald Trump nombró esta guerra como “La Guerra de los 12 Días ”, un término que pensó fácilmente, ya que fue exactamente el tiempo que duró, desde el primer ataque de Israel a Irán, hasta el anuncio de alto al fuego entre ambos países.

Durante estos días, Hadar Gutman tuvo que guiar a sus cinco perritos por una ciudad asediada por el caos, en donde tenía que transmitirle calma a los caninos y asegurarse de ver por su bienestar.

Gutman, de 39 años, dijo a Reuters que su amor por estos perritos es tan grande y su relación es tan empática que ha llegado a desarrollar una comunicación especial con ellos, que podría ser hasta telepática o energética.

Para ella, estos cinco animales son su familia, y estaba dispuesta a hacer todo por ellos. Cada vez que sonaban las alertas ella ponía toda su atención en tranquilizarlos, porque el ruido era un martirio; además, logró que ir a los refugios no fuera un acto de guerra, sino un paseo más para estos animales.

No llevaba a sus perritos con miedo a los refugios, lo hacía con alegría, con premios, para que ellos no tuvieran miedo de ir a un lugar “desconocido” y pudieran dormir ahí en calma.

La dueña relata que la parte más difícil era no poder salir a dar largos paseos como acostumbraban sus mascotas; tuvo que acostumbrarlos lo más rápido posible a divertirse en un espacio más reducido y a que no se preocuparan por la situación que estaban pasando.

Aunque claro, Gutman aprovechó cada oportunidad que tuvo para salir de los refugios y recorrer Israel con sus perritos, consciente de que, aunque fingiera estar en calma, cualquier error podría marcar su último día, por lo que siempre disfrutó al máximo la compañía de sus mascotas amadas, y ahora celebra el fin del conflicto.

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