Un hombre intoxicado por congestión alcohólica perdió la vida en Puebla. Sin embargo, su perrito, un lomito de color blanco, se mantuvo junto a él, su amo, aun cuando ya no respiraba.
Tal como Hachiko, un perrito japonés de raza Akita, recordado por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación de Shibuya incluso varios años después de la muerte de este; una historia similar se vivió en la capital de Puebla, con un lomito que se quedó junto a su amo, quien había fallecido por congestión alcohólica.
Un hombre en muy mal estado deambulaba por las calles de la colonia Amalucan, el capital de Puebla. Se encontraba en visible estado de ebriedad y se echó a descansar en las afueras de un supermercado. Junto a él, caminaba un perrito que lo consideraba su amo.
Pasaban las horas y el hombre de unos 45 años de edad, no despertaba. Cuando los transeúntes se dieron cuenta de la situación, llamaron al 911. Los efectivos llegaron al lugar y se percataron de que el hombre había muerto de una congestión alcohólica.
Qué pasó con el perrito que perdió a su amo
El perrito no se movió, ni siquiera cuando los rescatistas cubrieron con una sábana el cadáver. En todo momento, el hombre fallecido por congestión fue resguardado por el can, quien se echó a un costado.
La muerte por congestión se produjo el pasado martes 21 de septiembre sobre el Bulevar Xonacatepec, donde el perrito hizo guardia al lado de su amo. El can blanco con una mancha negra en el ojo se viralizó en las redes sociales y muchos usuarios recordaron la historia de Hachiko.
El perrito se quedó en la zona, a pesar de que su amo, quien falleció por una congestión, no volvería nunca más.
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Gm