Un paciente de COVID-19 que estaba internado en una habitación del Hospital Antelope Valley, en Lancaster, mató con un tanque de oxígeno a su compañero de habitación que “no dejaba de rezar”.
Se trata de Jesse Martínez, de 37 años, quien estaba internado junto a un hombre latino de 82 años, el cual murió después de ser atacado con un tanque de oxígeno por su compañero de habitación quien, según comentó a las autoridades, se molestó cuando el hombre mayor comenzó a rezar.
Los hechos ocurrieron la tarde del 24 de diciembre, y según lo informado, el hombre de 82 años murió al día siguiente derivado de las contusiones que le dejó el ataque con el tanque de oxígeno.
El hombre, que ahora es sospechoso de asesinato en primer grado, fue arrestado por la policía de Los Ángeles luego de que personal del hospital denunciara la agresión.
El teniente Brandon Dean, portavoz del Departamento del Sheriff, informó en conferencia para medios estadounidenses que Martínez, también será investigado por un crimen de odio motivado por la religión del hombre mayor y que la fianza del sujeto fue fijada en un millón de dólares, además de que deberá comparecer ante el juez el lunes 28 de diciembre.
Con información de Los Angeles Times.
La noticia por todos los medios. ¡Descarga nuestra app !
erv