Durante una fiesta de navidad, en Brisbane, Australia, los empleados de la empresa nunca imaginaron que un reto terminaría con la muerte de uno de sus compañeros. El hombre sufrió una falla masiva en sus órganos, tras la ingesta de un gecko .
Por un reto de sus compañeros, se comió un gecko
David Dowell, que tenía 34 años, estaba festejando con sus colegas cuando varios de ellos lo retaron a comerse un gecko vivo. Se trata de un reptil similar a las pequeñas lagartijas escamosas.
Al parecer, el insólito acto se consumó, y Dowell, quien era padre de tres hijos, se comió al gecko vivo por el reto de sus colegas. No pasó nada, hasta que tres días después el hombre comenzó a sentirse muy mal.
El 3 de diciembre, tres días después de la fiesta, David acudió a su hermana, ya que se sentía terrible. Hannah Dowell lo confirmó “Estaba muy enfermo y en el momento en que empezó a vomitar y estaba verde, fue cuando llamaron a la ambulancia”.
El hombre que habría ingerido el gecko, ingresó ese mismo día al Hospital de Brisbane, Australia, donde los médicos no asumieron la gravedad del asunto. Al principio creyeron que tenía gastroenteritis.
El hombre comenzó su camino a la falla masiva
Al cabo de las horas se dieron cuenta de que se trataba de otra cosa, y luego de unos estudios, descubrieron que había contraído salmonela. Una enfermedad causada por bacterias encontradas generalmente en agua o alimentos contaminados.
El hombre fue empeorando, y manifestó dolores abdominales, vómitos, deshidratación y diarrea. Los médicos entonces dieron curso a la hipótesis que indicaba que David se había comido un gecko.
“El contacto con reptiles puede ser una fuente de infecciones humanas por Salmonela”, explicó el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Su estado era catastrófico, y estaba agonizando antes de entrar en un coma inducido médicamente. Finalmente, el martes 11 de diciembre, solo 10 días después de que supuestamente se atreviera a comerse el gecko, David murió durante una cirugía por una falla masiva en sus órganos vitales.
Su familia aún tiene muchas dudas sobre las causas de su muerte y sobre el trato que recibió en el hospital. Por otra parte, sus compañeros de trabajo se contradicen en las declaraciones. Lo cierto es que la historia del hombre que se comió un gecko vivo, terminó con una falla masiva. Una lección más sobre el peligro de dejarse manipular por un reto.
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Gm