A qué edad comienza el “olor a viejo”, según la ciencia

El “olor a viejo”, aunque a menudo asociado con el envejecimiento, es más que una simple señal de edad; es un testimonio de la complejidad de nuestro cuerpo

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Escrito por: Diana Rivero
A qué edad comienza el olor a viejo
Getty Images

El olor corporal es un fenómeno fascinante que cambia a lo largo de nuestras vidas, influenciado por una serie de factores hormonales y bioquímicos. A menudo, se asocia el término “olor a viejo” con el envejecimiento, pero ¿cuándo exactamente empieza a notarse este aroma característico según la ciencia?

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Un reciente estudio, titulado “El Olor de la Edad: Percepción y Discriminación de los Olores Corporales en Diferentes Edades”, ha revelado esta cuestión intrigante. Según la investigación, los cambios en el olor corporal relacionados con la edad no están directamente ligados a la higiene personal, sino más bien a la interacción compleja de compuestos de olor y bacterias en la piel.

Uno de los compuestos clave identificados en este estudio publicado en la revista Plos One es la molécula 2-nonenal, la cual se produce de manera natural en la dermis como resultado de la peroxidación lipídica. El Dr. José María Antón, investigador en biotecnología para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), describe el aroma de esta molécula como reminiscente de nueces con notas de aceite rancio, y es responsable de impartir ese característico “olor a viejo”.

¿A qué edad comienza el “olor a viejo”?

Lo intrigante es que la producción de estas moléculas comienza a aumentar a partir de los 30 años, coincidiendo con el inicio de la transición hacia la madurez biológica en los seres humanos. Este descubrimiento resalta la complejidad de los cambios bioquímicos que experimentamos a lo largo de nuestras vidas y su impacto en nuestra experiencia sensorial del mundo que nos rodea.

Desde la infancia hasta la vejez, nuestros cuerpos experimentan una serie de cambios hormonales y bioquímicos que se reflejan en los aromas que emitimos. Por lo tanto, el “olor a viejo” no solo es una simple señal de edad, sino más bien un testimonio de la complejidad de nuestro cuerpo y de cómo la química interna puede influir en nuestras percepciones y experiencias.

El olor corporal es una manifestación de nuestra biología en constante evolución. Aunque el término “olor a viejo” puede tener connotaciones negativas, es importante comprender que este aroma no necesariamente debe ser visto como algo peyorativo. Más bien, puede evocar recuerdos cálidos y reconfortantes asociados con nuestros seres queridos mayores.

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