La agencia científica nacional de Australia informó este jueves que ha comenzado la primera etapa de ensayos para posibles vacunas contra el COVID-19.
Las pruebas preclínicas de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), que consisten en inyectar a hurones dos posibles vacunas, se están llevando a cabo en sus instalaciones de bioseguridad de alta contención cerca de Melbourne.
Las pruebas de la primera fase durarían unos tres meses, dijo a Reuters el director de salud de CSIRO, Rob Grenfell, que añadió que la vacuna resultante no estaría disponible para la población hasta bien entrado el año que viene.
Grenfell dijo que los científicos estaban trabajando a un ritmo “notable”, llegando a la etapa de pruebas preclínicas en unas ocho semanas, un proceso que suele tardar hasta dos años.
Agregó que es previsible que las pruebas en humanos de una de las dos candidatas a vacuna que se están probando comiencen a finales de este mes o principios del próximo.
En febrero, confirmó que los hurones reaccionaron al virus al compartir con los humanos un receptor particular en sus células respiratorias al que se une el virus.
Según las informaciones difundidas públicamente, la estadounidense Moderna Inc es la entidad que más cerca está de las pruebas con humanos, tras anunciar planes para iniciar una prueba en Seattle el mes pasado.
El Gobierno de Estados Unidos ha cerrado acuerdos con Moderna y Johnson & Johnson, y está en conversaciones con al menos otras dos compañías, para producir cantidades masivas de vacunas.
Israel ha comenzado a probar un prototipo de vacuna COVID-19 en roedores en su laboratorio de defensa bioquímica, según dijo el martes a Reuters una fuentes consultada.
Con información de Reuters
La noticia continúa, mantenla encendida. Descarga nuestra app
sga