Científicamente ningún humano es capaz de identificar su propio olor a menos de que sea estimulado por alguna sustancia o perfume, según el químico Antonio Reina esto se debe gracias a un proceso conocido como adaptación olfativa o fatiga del olfato.
Según un artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) este concepto se refiere básicamente a la inhabilidad temporal para distinguir un olor después de estar expuesto a él durante una gran cantidad de tiempo.
El olor de las personas está determinado por muchos factores, como su dieta, edad, higiene, estado hormonal, factores genéticos, entre otros, lo que significa que no hay dos personas que huelan de la misma manera, es por eso que los perros identifican rápidamente el olor de su dueño sin equivocarse.
Reina también refiere que se estima que los humanos somos capaces de sentir entre 10 mil y 100 mil compuestos que generan olor, por lo que un grupo de investigadores estadounidenses propuso agrupar los olores en 10 grandes categorías, fragantes, leñosos, frutales, nauseabundos, sintéticos, refrescantes, dulces, ahumados, acres y críticos.
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