Miedos por Día de Muertos ocultan traumas de la infancia
Existen personas que ven esta celebración con terror y angustia debido a fobias de su infancia relacionadas con experiencias traumáticas.
Foto: Meinbezirk.at
Para la mayoría de las personas, el Día de Muertos es una celebración en la que recuerda a los que ya no están y en las que es posible convertirse en monstruos, catrinas, fantasmas y seres terroríficos para pasar un rato de alegría y diversión en compañía de la familia, amigos y compañeros de la escuela o el trabajo.
Sin embargo, hay personas que ven esta celebración con terror y angustia debido a fobias relacionadas con estos festejos de tal manera que, para ellos ver una máscara, maquillaje sangriento y decoraciones, pudiera representar peligro real, lo cual les genera pavor.
La diferencia entre miedo y fobia, de acuerdo con la especialista en psicoanálisis Katia Ruiz Ochoa, radica en que la ansiedad que genera el miedo permite alertar y actuar en una situación de peligro, mientras que la fobia paraliza a las personas y les impide llevar una vida normal y plena.
“Una fobia es diferente porque se da cuando no hay una situación real; es algo irracional, es sentir miedo por un objeto en el que se ha depositado toda su angustia, que puede ser una angustia de mutilación, de fragmentación de la vida o la muerte”, explicó.
En entrevista con Notimex, señaló que sentir miedo ante personajes de terror es normal en niños, ya que no saben diferenciar entre lo que es real y lo que no. No obstante, después de los 12 años esos miedos deben de haber desaparecido, pues se sabe que esos personajes son inexistentes.
“A los 11, 12 años los miedos son a catástrofes, a tener un accidente, son miedos reales; pero si existen miedos hacia cosas que son peligros irreales, ya estamos hablando de una fobia”, alertó.
En el caso específico de las personas que tienen fobias relacionadas a esta celebración, en estas fechas prefieren mantenerse recluidas en sus casas, a fin de evitar observar las máscaras y disfraces. “Al existir todos estos estímulos, las personas con fobias se angustian y no reaccionan de la manera apropiada, lo que genera depresión y aislamiento” mencionó.
Y es que estas personas ocultan una experiencia traumática que vivieron en los primeros seis años de vida y que está estrechamente relacionada con sus padres, indicó la especialista.
“Son experiencias en las que tal vez se sintieron humillados por sus padres, expuestos, se sintieron vulnerables o abandonados, y tiene que ver con su desarrollo; no con la experiencia del payaso o el monstruo”, aseveró.
Por todo ello, es de vital importancia que quienes padecen alguna fobia reciban atención con algún especialista, que les ayude a superar a ese trauma, cuyo origen se encuentra en la infancia, pues contrario a lo que se podría pensar, las fobias son muy fáciles de diagnosticar y de tratar, a través del psicoanálisis, disciplina que permite llegar al origen de ese trauma y así lograr su reparación.
Con información de Notimex.