Tomar ibuprofeno en fases tempranas del embarazo puede provocar perturbaciones hormonales en los fetos masculinos.
Ese medicamento suprime la producción de diferentes hormonas testiculares como la testosterona, que controla entre otras la bajada de los testículos.
Una de cada diez mujeres afirma haberlo tomado a lo largo de su embarazo, pero diversos estudios apuntan que tres de cada diez habrían recurrido a él sin prescripción médica.