Rebozo de luto con aroma, una tradición mexicana
A pesar de que su uso ha ido en descenso, esta prenda sigue siendo utilizada por las viudas o por las mujeres de la familia de la persona fallecida.
Con una tradición que data de hace más de 100 años, se elabora el rebozo de luto con aroma, reflejo del misticismo y costumbres de los rituales funerarios de los habitantes del municipio de Tenancingo, Estado de México.
A pesar de que su uso ha ido en descenso, esta prenda sigue siendo utilizada por las viudas o por las mujeres de la familia de la persona fallecida, de igual forma, durante la época de Día de Muertos es incluido en ofrendas o para visitar los panteones.
Guillermo Álvarez Segura, artesano de rebozos, explicó que anteriormente se acostumbraba vestir con esta prenda a las personas fallecidas, o bien, colocarla en la entrada de la vivienda de éstas, pues se creía que con esto se engañaba a la muerte y el espíritu de la persona fallecida podía trascender al paraíso.
Respecto al proceso de elaboración de esta prenda, explicó que implica pasos muy particulares, los cuales se suman a los 16 involucrados al tejido de un rebozo convencional, donde destaca el teñido que le otorga un color negro brillante que adquiere al sumergir los 3 mil 712 hilos de algodón textil calibre 60 que integran la prenda, en una infusión de metales y piloncillo.
Los hilos se sumergen en una mezcla de agua, previamente hervida con rosa de castilla, hoja de naranjo, cascalote, paxtle y distintas hierbas y especias de la región, lo cual le da su olor particular, el cual se mantiene a pesar del paso de los años.