Fátima Quintana Gutiérrez soñaba con estudiar medicina y estaba a punto de cumplir 16 años en marzo del 2015, sin embargo José, Luis Ángel y Misael acabaron con el sueño de Fátima cuando la secuestraron, violaron y asesinaron brutalmente.
El 5 de febrero de 2015, ella regresaba a su casa ubicada en la localidad de Lupita Casas Viejas del Estado de México cuando tres sujetos decidieron torturarla, violarla y dejarla tirada a la orilla de la carretera.
La madre de Fátima, Lorena, fue quien encontró el cuerpo de la joven de 15 años maniatada y con cortadas de 10 centímetros de profundidad en el cuello y mejilla y más de 90 heridas en el cuerpo realizadas con un arma punzocortante.
Además los sujetos le abrieron el pecho 30 centímetros y las entrepiernas, le dislocaron las muñecas, un hombro y los tobillos, le sacaron un ojo, le tiraron todos los dientes y por si no fuera suficiente le arrojaron una piedra de 36 kilos en la cabeza y otras dos de 32 kilos en el cuerpo; la autopsia reveló que además sufrió de una violación tumultuaria por parte de los tres sujetos.
Los vecinos ayudaron a encontrar a los culpables y la policía tuvo que rescatarlos de ser linchados; para el 10 de febrero de 2015, José Hernández y Luis Ángel Atayde ingresaron al centro carcelario acusados de la coautoría material del feminicidio de Fátima.
Por otra parte la Comisión de Victimas del Edomex detectó irregularidades y omisiones en el expediente pues en el proceso de investigación no se realizaron las pruebas periciales correspondientes ni se aplicó el protocolo de atención a víctimas.
A tres años del feminicidio de Fátima, la tormenta continúa para su familia pues han recibido amenazas de José Juan Hernández Tecruseño; han baleado su casa y han roto los vidrios de las ventanas por lo que se han mudado hasta 3 veces de hogar, sin embargo las represalias no cesan.
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erv